La Publicidad

Podemos decir que los medios de comunicación no solo tienen una finalidad educadora sino también comercial y de diversión.
Siguiendo con lo dicho anteriorente, la función de los medios es, sobretodo, comercial. De este modo, se hace inevitable tratar el tema de la publicidad.
Podemos definir la publicidad como:
Una forma de comunicación impersonal y de largo alcance que es pagada por un patrocinador identificado para informar, persuadir o recordar a un grupo objetivo acerca de los productos, servicios, ideas u otros que promueve, con la finalidad de atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, seguidores u otros. (Thompson, 2008, p.2)
Sin embargo, como pedagogos, debemos hablar sobre el impacto de la publicidad que produce en los espectadores, y más específicamente, sobre el efecto que tiene en los niños.
¿Los adultos y los niños, son afectados y manipulados de la misma manera? La respuesta es sí, la única diferencia que hay es de grado. Es decir, los niños son más vulnerables, más ingenuos y están más indefensos a la hora de que un anuncio o pensamiento influya en ellos.

Los anuncios casi siempre son dinámicos e intensos, lo cual atrae extraordinariamente a los niños. Ellos pueden estar jugando delante de la televisión sin prestarle atención, hasta que aparece un anuncio de su interés. Entonces, presta toda la atención en él. Esto afecta de manera negativa a los niños ya que siempre les muestra mundos irreales y maravillosos, la necesidad de comprar ese juego para que se lo pasen bien. Aún habiendo normas que regulan la publicidad de los juegos, no llega a ser suficiente. (Castillo, 2009, p.23)
(Castillo, 2009, p.23)